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miércoles, 6 de febrero de 2019

Conversación con Ricardo Jara - 5 febrero 2019

Nos reunimos en las oficinas de Continuum, en el piso 7 de Bustamante 24. Era un día muy caluroso de este verano, por lo que tomamos una botella bien helada de bebida del refrigerador y nos fuimos a conversar a puertas cerradas.

Ricardo Jara Alvarez, de 43 años, estudió Informática en alguna universidad y hoy es parte del equipo de la destacada empresa de desarrollo de software, Continuum. Si bien no le gusta mencionarlo, es el gerente general.

Ricardo Jara
Poco dado a exhibir títulos ni universidades, poniendo el eje de la identidad que quieren construir, en el resultado del trabajo que realizan. Así lo conocí desde un trabajo que realizaba para Corfo el año 2016/2017, donde me tocó entrevistar a todos los proveedores. Terminé entrevistándolo especialmente para mi blog.
Hijo único de una familia microempresaria localizada en el barrio Bellavista de Santiago. Se forma al alero de un padre independiente, sin las debilidades de la gente apatronada, resulta un muchacho que en los últimos años de colegio, se rebeló más bien, contra toda cosa que él considerara podría mejorarse. Por eso los compañeros lo llamaban el abogado del curso.
En una ocasión llegó corriendo a la rectoría, arrancando de un profesor que quería pegarle, porque según él la intervención de este muchacho, cuestionaba como él enseñaba, atreviendose de decirle cómo hacerlo mejor.
Hijo único, sus mejores amigos fueron a finales de los 80 un Atari y al inicio de los 90 un PC 386 DX2.

En sus primeros trabajos como computin programador, se va dando cuenta que siempre había personas mejores que él. Eran buenos técnicos pero había algo que ellos no manejaban, la habilidad de comunicar, escuchar y lo mas importante para él, empatizar con los demás. Un día le pide a su jefe hacer otras cosas, como interactuar con clientes. Eso le abrió la puerta a un nuevo mundo.
Un día el jefe le pide dictar un taller de una herramienta de software IBM de la que no sabía nada. El taller duraba 5 días y tenía el fin de semana para prepararse.

Salva los primeros dos días del taller, pero terminado el segundo, prefiere renunciar al trabajo, agotado. El ex jefe le ofrece seguir dictando el curso, con la libertad de hacer lo que quisiera por lo que continuo, hizo lo que quiso en el resto del taller, que básicamente consistió en enseñarles a pensar y resultó ser el mejor profesor evaluado del periodo.

Ricardo con sus socios iniciaron la empresa el año 2008, después de 8 años en trabajos previos donde dice, todo este tiempo equivale a un MBA sobre "cómo no se deben hacer las cosas".
Han tenido éxito y me consta que son una empresa destacada en el mercado.
Son 22 profesionales en Santiago, 12 en Perú y Jorge (socio también), en EEUU.

Ricardo no es un tekie propiamente tal; pero es una persona capaz de articular tekies, impulsando, facilitando, lo más importante, la cultura, el traspaso de conocimiento, el realizar trabajos personalizados, compenetrándose muy bien en las necesidades del cliente, como verdaderos sastres a la medida y cultivando la empatía, no solo con el cliente, sino con los usuarios de sus clientes.

Ricardo, es una persona alegre, cordial, cercano, sumamente relacional. Participa en muchas instancias de colaboración, con otras empresas, universidades y agrupaciones de diverso tipo. Me sorprendieron en él su fuerte espíritu solidario, de bajo instinto competitivo, enfocado en la calidad y el desarrollo personal y profesional de la gente que trabaja con él.

Un agrado de persona, que ha hecho importantes cosas en la vida que lleva.

De momento está al debe solo con el tema familiar, pero sabe que el tiempo es su aliado para lograr el bienestar.

Para más antecedentes, esta entrevista que le hizo la Jo Villanueva, hace muy poco tiempo.