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jueves, 7 de junio de 2018

Conversación con José Luis Pérez - 1 de junio 2018

A José Luis lo conozco. Fuimos socios fundadores de la casa de software OpenTek que continúa nuestro socio Oreste Guerinoni; con éxito.

José Luis era el genio tecnológico de la empresa. Oreste no lo hacía nada de mal también, pero José Luis era especialmente bueno.

Hijo único, de padres que se separan cuando él tenía 2 años. Crece con su madre, Luisa Alcaíno y en cierta medida también con su abuela, a la que recuerda con especial cariño.
Su madre, una esforzada secretaria de empresas del mundo textil.
A su padre, Lucilo Pérez, no lo conoció.

José Luis Pérez
Tiene en la actualidad 70 años, casado con María Eugenia Veyl, con tres hijas ya autónomas y 3 nietos. Una de sus hijas es doctorada en Economía y trabajó como asesora del ministro de Haciendo del gobierno reciente, de la presidenta Bachelet. Otra es médico y la tercera Diseñadora.

Se tituló de Ingeniero de Ejecución en Procesamiento de Información de la universidad de Chile, después de haber estudiado 2 años Ingeniería Eléctrica y uno de Ingeniería Matemática.
Me dice que simplemente le agarró el gusto a la computación, cuando en la Chile llegó el IBM 360 que operaba con tarjetas perforadas. Le llevaba electricidad, pero del tipo digital.

Trabaja en su tesis mientras hacía su práctica en el Departamento de Estudios del Comité Siderometalúrgico de Corfo, que controlaba a CAP.
Algo mete sus manos en el proyecto CINCO, que buscaba la administración centralizada de toda la industria de Chile. El proyecto que ideó Stafford Beer.

Se hace amigo de Max Isakson, que fue profesor suyo y de Patricio Dobry, Franklin Friedman y Sergio Barros, que crean la empresa Cibercom, donde lo invitan a trabajar.
Tenían ahí uno de los computadores de Burroughs, el B1700, el primero en Chile.
Ahí estuvo cerca de cuatro años. Hacía de todo. Recuerda que leían cantidades de tarjetas perforadas que llegaban, para procesar las estadísticas del ministerio de Salud; ponía las tarjetas en la lectora. Operaba el B1700 y programaba en Cobol.
Estando ahí fue que conoció a la gente de Burroughs, como Osvaldo Schaerer y Jorge Marfán.

Se enteró que buscaban a alguien en Burroughs (después Unisys) y postuló, con algunos auspicios de sus nuevos conocidos. Y quedó.
En ese tiempo era gerente general, David Stronach, una persona muy agradable y excelente vendedor, señala José Luis.
Estaban localizados en una casona de Hernando de Aguirre.

Se salta a su paso por la Fiat, donde fue Subgerente de Informática. Alcanzó a estar 8 meses, pues olfateó que era una empresa moribunda.
Desarrolló, él, un sistema de remuneraciones para la empresa, que usó un subalterno suyo como tesis de memoria de título. Por esa vía quedó en el espacio público y alguien de Sonda la tomó y la usó para hacer lo que después sería el sistema de remuneraciones de Sonda.

De ahí pasa al Banco O´Higgins, un banco que según él, soñaba con ser un banco inglés. con cuadros con cazadores y perros, muros con mucho forro de madera.
Era analista-programador y su jefe. Gustavo Saavedra.
Con la colaboración de Sergio Fernández, desarrolló un Sistema de Clientes en Línea, quizás el primero en Chile (1982), de modo que quien quisiera del banco pudiera ver instantáneamente cuál era la posición de un cliente; todas sus pasivos, activos, inversiones, etc.

Me cuenta que aparte de las tareas que le encomendaban, se abocó a realizar dos proyectos a escondidas.
Fue en la crisis del 83, que de la Superintendencia de Bancos, les pedían muchos informes y desarrolló un Sistema de Informes financieros para la Super, que facilitaba su preparación y emisión con muy poco esfuerzo. Esos informes los diseñaban los usuarios por pantalla, liberándolos de tener que pedirselo a los de Informática.

El otro proyecto que hizo a escondidas en el O´Higgins, fue un nuevo sistema de Contabilidad por Sucursales para el banco. Algo que no existía. Manejaba los saldos diarios. Lo pensó como una herramienta de gestión. Otra gracia que tenía es que permitía ajustar la contabilidad hacia atrás en el tiempo.
Todas estas cosas corrían en computadores B3700/B3800, también de Burroughs, un hardware especialmente hecho para Cobol.
Cuando hizo público estos sistemas, produjo enorme impacto. Algunos molestos y otros muy contentos. Ambos sistemas se implementaron y perduraron un buen tiempo.

Uno de los gerentes de Burroughs, decía de José Luis, que era un lobo solitario. La verdad, me dice, es que nunca fui un buen jefe, nunca me nació serlo. Es más bien un tipo independiente, con iniciativa, que mira los escenarios por donde circula, con profundidad y anchura. Ve las posibilidades y se lanza a ejecutarlas. Le cuesta pedir permiso o no resiste las negativas o dilataciones. Una cierta rebeldía a someterse, si la verdad nunca tuvo un padre que lo fiscalizara. Un tremendo anhelo o necesidad de autonomía.
Y nunca, la verdad, le hizo documentación a estos sistemas. Cada vez que lo llamaban, para pedirle ayuda por algo, la mejor de las voluntades.
Y la otra característica de José Luis, es que hace sistemas que no fallan. Es tan prolijo, tan concentrado y perfeccionista, que los sistemas operan por años sin caerse; tiene varios ejemplos notables de ello.

Rechaza una rebaja de sueldos generalizada en el O’Higgins, producto de la crisis económica y sale con su indemnizacion completa. Lo estaban esperando de vuelta en Unisys.
Pero llega a ventas, que era donde había un cupo. Recuerda haber vendido una caja de diskettes: nada. Operaba como el soporte técnico de ventas.
Después de un año pasa al área técnica; operaban como soporte de ventas.
Francisco Bernales era el gerente general y trabajó mucho con Bernd Klaus, en ventas a Industria y Comercio.
Participó en grandes ventas, de las nuevas B20, verdaderos primeros computadores personales, en cuentas como la Papelera (500 máquinas) y Sodimac (800 máquinas).

Se enamoró de estas máquinas B20. Confabulado con Juan Carlos Vera, gerente de Informática de Sodimac, se hacen del lenguaje PL/M para estas máquinas, no autorizado por la firma fabricante, Convergent Technologies.
Y con ese lenguaje, muy cercano al lenguaje de máquina de los B20, desarrolla el año 87, lo que llamará Port Manager, que le permite a Sodimac implantar un esquema transaccional de operación.
Los equipos declaraban a través de una transacción, los servicios que prestaban; esto al Port Manager. Luego cualquier sistema o persona, requería un servicio, con una transacción, indicando el código del servicio requerido. El Port Manager ruteaba la transacción al prestador y, la respuesta, de vuelta al solicitante. Fue un tremendo éxito y funcionó impecable por años.

Para Sodimac hizo también un sistema de captura de datos. Le implementó reglas de validación, ajustó los registros de entrada a su destinatario, de manera que las digitadoras operaran sin mirar y que la señal de falla fuera tal, que las sordomudas que operaban se dieran cuenta. Para ello invertía la pantalla en los fallos.
Conversando sobre esta aplicación con José Luis, le dije que me sorprendía la forma en que se ponía en los zapatos del que usaría la aplicación.

Jugando con un equipo B20 y con el lenguaje PL/M, logró desarrollar un menú, capaz de activarse con un mouse. Causó mucha impresión, pues unos gringos especialistas en B20 que visitaban Chile, no podían creer que una cosa así la estuvieran inventando en un país como Chile.
Lo invitan a trabajar seis meses en Boca Ratón, para un proyecto específico, consistente en detectar donde en una red eléctrica se había producido un corte.
Casi se queda a trabajar en Unisys de EEUU, pero de acá lo convencen de que se vuelva.

El año 90 se suma como socio en el emprendimiento de Open Tek, empresa de software, creada por tres personas, que salen para ello de Unisys.
Estará con ellos hasta el 95 y recuerda especialmente dos proyectos realizados por él, en ese periodo.
Uno es la versión TCP/IP del Port Manager que hizo para Sodimac, señalado con anterioridad y otro fue la carpeta electrónica, que le fue vendida al Banco O’Higgins, como una pieza del workflow que ahí implementarían, para la aprobación de los créditos por parte del comité de créditos. Este último tenía una bella interfaz, que llamó mucho la atención. Fue un producto bien hecho, una monada, me dirá José Luis y al mismo tiempo un tiro al aire; nadie nos lo había pedido y tomó su tiempo terminarlo.
Conserva hasta el día de hoy una buena relación con sus ex socios; conmigo incluido, por supuesto.

Me cuenta que los equipo B20 de Unisys, ya en ese tiempo, permitían dibujar en pantalla, formularios completos. Él desarrolló una aplicación que tomaba esas pantallas y generaba el Cobol para manejar ese formulario. Fue una aplicación muy útil en varias partes, una de ellas Sodimac.

Llegaron a Sodimac los computadores Digital, en particular el primer DEC2020. Los B20 de Unisys actuaban como sus terminales. José Luis desarrolló un emulador de pantallas VT100 y VT220 del computador DEC, en los B20; algo que no existía.

Después de Open Tek trabajó desde el año 97 al 2002 en Entel, primero como part time y después como empleado. Su jefe fue Roberto Barroso, que era gerente de Internet.
Su tema fue voz IP o telefonía por Internet. Fue un fracaso. Por una parte, la empresa proveedora de la aplicación en EEUU, a la que se le pidieron muchos cambios, que lo tuvieron mucho tiempo yendo y viniendo, al final quebró. Igual tuvieron la aplicación, la hicieron andar, pero el área de larga distancia de Entel, vio que su negocio se pulverizaría. Bueno, hicieron lo imposible por parar este proyecto y lo lograron.
Lo que sí hizo con éxito, fue desarrollar el browser de Entel. Se bajaron de este producto, mientras él estuvo ahí, unas 100.000 copias. Este browser permitía múltiples lengüetas, algo que los browser aún no tenían.

El año 2008 José Luis estaba en la empresa Tuves, de televisión satelital, creada por Konrad Burchardt. José Luis desarrolla el sistema de clientes, que controlaba los pagos y la administración de los planes contratados, hablando directamente con el controlador de la televisión satelital. Era el corazón de Tuves.
José Luis trabajaba desde su casa y cuando hubo cambio de socios y llegaron los venezolanos, no les gustó esta modalidad y él renunció.

José Luis trabaja desde el 2015 en el Centro de Compensación Automatizado (CCA), que maneja la transferencia de fondos interbancarios. Es un negocio de unos cuatro bancos, me señala. Su trabajo aquí es relacionado con el control de fraudes.

José Luis ha terminado siendo un experto en comunicaciones, en el mundo transaccional y en servicios web.
Desde hace tiempo que no desarrolla cosas por su cuenta, como ya hacía en el banco O´Higgins.
Pero si investiga en estos días dos temas: blockchain e inteligencia artificial. Le encantaría lo buscaran para desarrollar cosas con esas tecnologías; o al menos arquitecturarlas, como me dice.

Me cuenta José Luis, que cuando había completado cuarto de humanidades, en el colegio, se pasó a la Marina; le atraía el régimen de estudios que ahí había. Ahí estuvo cuatro años y se perdió el viaje en la Esmeralda que le habría tocado en el quinto año.
En ese tiempo le hacía al salto triple, ejercicio en el cual se estropeó los meniscos de la rodilla izquierda y tuvo que sufrir varias operaciones y estar con licencia de deportes, por dos años.
No le gustó, al final de cuentas, la Marina.

Antes había estado en el Liceo 7, del cual no guarda muchos recuerdos.

Otra actividad no menor de José Luis es la música. Tiene una pieza en su casa, llena de equipos electrónicos dedicadas a la música. Ha compuesto, pero hoy se dedica a la música Trance con samples, que consiste en programar melodías copiando y pegando pedacitos. Esto lo hace por el puro gusto y básicamente, solo para él.

1 comentario:

  1. Gabriel, muy buena la entrevista a JLP. Como anécdota, cuando estábamos trabajando en el proyecto de Telex Chile (Conmutador Electrónico de Mensajes) cuyo autor intelectual fue Roberto Santamaría encontramos que los archivos indexados “envejecían” y había que detener los servicios para generar nuevamente los índices, operación que no era aceptable para este tipo de sistemas, luego de muchos intentos para que en la fábrica corrigieran el problema Roberto le pidió a JLP que desarrollara un módulo para manejar los índices en las aplicaciones. A regañadientes JLP lo desarrollo, en un B20 por supuesto, y luego lo incorporamos en nuestros sistemas y cuando una persona de Telex Chile vio el código exclamo ¡YO PENSE QUE ESTAS COSAS NO SE HACIAN EN ESTE PAIS!!!!!!
    Lo anterior es una muestra de la capacidad y creatividad de José Luis.
    Dentro de las cosas que el desarrollo a escondidas había una aplicación que se llamaba “CARDS” y que enlazaba información como hoy día lo hacen los “hipervínculos” en ese tiempo me resulto muy novedoso. Famosos también eran sus remates (El bazar de JLP) de “corchiflitos” de su escritorio cuando emprendía vuelo a buscar nuevos horizontes.

    Muy Bueno y también muy interesante las otras entrevistas.

    Saludos

    Alfonso Galleguillos B.

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