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miércoles, 11 de julio de 2018

Conversación con Alma Negrete Shen - 10 de julio 2018

Su madre es de Taiwan y su padre, chileno.
Tiene 34 años y nace en Taipei, la capital de Taiwan, el año 1984.
Su madre trabajaba como secretaria de alguna empresa taiwanesa en Chile, cuando le presentan a su padre, que en ese tiempo estudiaba en el Seminario para ser cura (cosa que no prosperó), queriendo ambos practicar el idioma chino/español.

Alma es la mayor de tres hermanas, todas nacieron en Taiwan, donde sus padres siguen viviendo en la actualidad.
Los padres se divorcian y a sus 11 años, es traída por la abuela paterna a Chile para que las críen.
El tiempo que sigue será duro.

Alma Negrete
Hoy, Alma está casada con Víctor Peñaloza, que trabaja en Informática del Banco Santander. No tienen hijos. Él, me cuenta Alma, ha sido un puntal en su vida y alguien que por su historia, podía entenderla muy bien.

Me llama la atención su sentido del humor, su liviandad, su entusiasmo se podría decir.

Cuando muy chica se maravilla con un computador que tienen en su casa, con el que ella solo jugaba. Esta experiencia la hará decidor más adelante estudiar Computación y titularse en primera instancia como Ingeniero Ejecución Informática en la universidad católica del Maule. Vivía en ese tiempo en Talca, cerca de la sede de la universidad.

Le gustan las matemáticas. En la universidad, no le fue tan bien. Vivía periodos duros. Logra sacar la carrera.
Ya en su primer trabajo como programadora, la cosa creativa de crear estos artefactos que hacían cosas, le fascinó.

Sus ganas tenaces de salir adelante, la impulsaron a trabajar duro.
En su primer trabajo, en la AFP Provida, con contrato con la empresa externa Microdat, son evaluados varios recién ingresados y ella sale la mejor evaluada. Le suben el sueldo más que a todos los demás y al saberlo ellos, la mayoría hombres, se la hacen difícil. Dice que de puro picada siguió con fuerza adelante, lo que le permitió ser ascendida a Analista-programadora.

Le gustaba programar y empezó a disfrutar de su trabajo.

Cuando se dio cuenta que le pagaban menos que a personas (hombres) que hacían lo mismo que ella, pidió aumento de sueldo y como no se lo dieron, buscó otros horizontes en Bogotá, Colombia.
Al volver a Chile, empieza a trabajar en el Banco BBVA, esta vez contratada por la empresa externa Gesfor y donde llega a tener personas a su cargo.
Empezó a pedir más responsabilidades, además quería entender el negocio. No la pescaron. Y se puso a estudiar Ingeniería Civil Informática.

La contratan luego como facilitadora de una fábrica de software, CDA, de Argentina. Le tocó escuchar y revisar los requerimientos para que las personas de la fábrica construyeran, además de visitar clientes y realizar los trámites administrativos que le pedían desde Argentina.
Fue haciendo esto, que un día pensó y porqué no hago esto mismo, pero desde un lado independiente.
Al final, estaba reventada, de venir estudiando y trabajando al mismo tiempo, se dio descanso de un semestre de la universidad. Al volver, logró titularse, renunció a CDA para tomarse un año sabático donde descansa y pitutea.

Se fueron de viaje por un mes con su pareja al oriente, Japón, Taiwan, Corea y China, y al volver formó su propia empresa. Esta se llama DevArtisan, que significa artesanos del desarrollo de software. La creó en febrero del 2016.

Me dice que una de sus características, es que no le hace asco a nada. Hace y ha hecho de todo en el ámbitos de la TI.

Recuerda la última vez que la entrevistan para un trabajo y el tipo que la entrevistaba, le dio tanto al tema de si pretendía tener hijos o no, de lo importante que esto era, etc, que solo recuerda que salió muy enojada pues se sintió discriminada.

Hoy, se podría decir que es especialista en construir aplicaciones web, prototipeo y desarrollo de aplicaciones para celulares.
Para ello, aparte del Cobol que tanto usó al principio, se maneja con cosas como React, que es un framework de Javascript, para desarrollar apps web; React Native, también sobre Java Script, para apps para móviles, ya sea Iphone y Android; PHP, también usando frameworks; Bootstrap, para el prototipado de la parte visual y Materialize, para la misma cosa.

Sus clientes no son grandes empresas, sino más bien pequeñas. El más grande fue Sinacofi. Ver este link.

El día que tuvo a su cliente más grande, decidió que era hora de postular al gremio MITI (Mejores Industria TI), así fue como habló con Leo Soto y Ricardo Jara y la empresa Continuum la apadrina y pasa a ser la primera empresa liderada por una mujer que entra a esta asociación.

Para terminar, contar que Alma es co Directora de Women who code, un organismo de San Francisco, EEUU, con capítulo en Santiago, que busca incentivar a las mujeres a entrar al mundo TI. Por este rol, me dice, es por donde más interactúa con gente.

De conversar con ella y se lo dije, la veo de un alto potencial, con muchas ganas de hacer cosas, aprender y desarrollarse, aparte de que la siento una poderosa líder, siendo que su estilo, es bastante natural, de poco aparentar.

lunes, 9 de julio de 2018

Conversación con Antonio Salles Mardones - 19 de junio 2018

De 38 años, viviendo en pareja, con dos hijos, Lukas de 8 y Antonia de 3.

Desde que salió de Red Hat, que está en la empresa Cautiva Technology - an Open Source company, como socio.

Antonio es el mayor de cuatro hermanos. Sus padres, son ambos profesores por vocación. Su padre cuando se dio cuenta que el ser profesor no le permitiría llegar muy lejos, decide estudiar Construcción Civil, simplemente para construir sus colegios. Por un tema vocacional, construye colegios en barrios de escasos recursos. Al paso de los años, por un tema de salud y cansancio deciden emigrar de Santiago, fijando su ruta en la Región de Coquimbo, construyendo y fundando nuevamente un nuevo colegio de enseñanza básica.

Antonio
La computación empezó para él a los 6 años, cuando recibe de regalo un computador Sinclair ZX81, aprendiendo a programar subrutinas basic. Al paso de los años su padre, en sus avances con su carrera de Construcción, mete a este hijo en el aprendizaje de Fortran, materia en que aprenden juntos y se ayudan mutuamente.

Tuvo la suerte de contar con amigos muy especiales, uno de ellos con conexión a Arpanet, que luego con los años se transformó en la actual Internet. En esos años con suerte se podía contar con conexión de 9600 bps, extremadamente lenta, no existían imágenes, ni videos, sólo textos, y en inglés. Eran tiempos difíciles pero ganas sobraban, por lo que dichas trabas terminaron generando su carácter de investigador. El concepto de comunidad lo asimiló sin saberlo, aprendiendo lo mejor de sus amigos; cada uno investigaba un tema en particular y lo replicaba. Ya en enseñanza media se defendía con conceptos de electrónica, hardware, hacking, y programación en variados lenguajes.

Al paso de los años estudia Ingeniería en Computación en la Universidad Central. En la misma universidad funda un grupo de investigación enfocado en software libre llamado UCENTUX, con el cual da sus primeros pasos en el desarrollo de soluciones empresariales de bajo costo. Hacían eventos y daban charlas donde se las pidieran, evangelizando en la línea de esta filosofía del desarrollo de software colaborativo. Fué tan grande el éxito que la univeridad terminó contratándolo para que represente a dicha institución con expositor técnico en diferentes eventos informáticos dentro y fuera del país.

Para agrandar el equipo de investigación, se enfoca a buscar alumnos aventajados, por lo que se dedica a hacer clases, laboratorios y ayudantías, llegando a cubrir 15 ramos distintos, como Calculo I, Calculo II, Estructura de Datos, Programación, Administración de Sistemas, etc. y otros relacionados con software libre. Ya en el transcurso de un año UCENTUX contaba con muchos entusiastas, dentro y fuera de la universidad, formando un equipo de trabajo que abordaba diferentes disciplinas y áreas de investigación.

Paralelamente en el 2003, se une a Fedora Project, aportando como empaquetador y evangelizador. El fin era desarrollar una distribución Linux para propósitos generales, mantenida gracias a una comunidad internacional de ingenieros, diseñadores gráficos y usuarios que informan de fallos y prueban nuevas tecnologías. Fedora es el beta de Red Hat. Su destacado trabajo llegó a oídos de Red Hat, quien lo recluta y lo entrena como el primer consultor para Chile.

En ese tiempo Red Hat no existía en Chile, solo había un gringo que iba y venía de USA cada cierto tiempo. Antonio terminará siendo un Technical Account Manager de Red Hat, pero él prefiere llamarse un Consultor. En ese tiempo no había una definición concreta del área de consultoría en Red Hat, y al ser el primero, pasó por todas las áreas, recuerda que él se dedicaba a muchas cosas relacionadas con la tecnología y su comercialización, una de ellas era la de producir paquetes de servicios posibles de vender como soluciones empresariales.

Antonio es un tipo apasionado por la tecnología. Me llamó la atención cuando alguna vez conversé con él en mis trabajos de Coach en Red Hat, en que me contó que trabajaba todo el día con la tecnología open source y llegaba a su casa y seguía en ello, pues era lo que más le gustaba hacer. Y se lo pasaba metido en foros, con activa participación suya.

Su foco por otra parte, está en conocer a los clientes, hacerse amigo de ellos en lo posible. Enterarse de sus problemáticas, siendo su especialidad la solucionática. Pero más que eso, lo que le gusta es diseñar la arquitectura de lo que debiera tener el cliente, desde la base.

Es un convencido de que hay que pagar por los servicios de las personas y no por los productos, que es la filosofía del open source.

No es la venta su vocación, sino que el servicio. Una concepción que siempre luchó por mantener en Red Hat Chile, tan sumida en la actualidad en el cumplimiento de cuotas de venta.

Supe que Antonio, cuando lo conocí en Red Hat, era uno de sus mejores profesionales tecnológicos. Se peina con la tecnología, que además le apasiona y su vocación y disposición es de ayudar, de servir.

En la actualidad es Director Técnico de Cautiva Technology, enfocada en cautivar a sus clientes.

Recuerda cuando antes programaban y cómo eso ha migrado a conectar cosas. Estamos en la era de los contenedores, que contienen aplicaciones empaquetadas.

Su trabajo principal está en la transformación digital de las empresas.

Cerramos hablando de la importancia de saber conversar, que es una pieza blanda del quehacer con los clientes para idear juntos, muchas veces siendo ellos los de las primeras ideas, que ellos, los tecnológicos, saben implementar.

sábado, 7 de julio de 2018

Conversación con Rodrigo Cereceda Leins - 6 de julio 2018

Rodrigo tiene 57 años y es el menor de tres hermanos. Su hermana que sigue murió y su hermano mayor es abogado.
Su padre era dentista, no muy feliz con su oficio y de trato más bien violento. Todos en la familia, su madre incluida, aprendieron a comportarse de manera de no irritarlo.
De ahí sale un Rodrigo lacónico, de pocas palabras, como él mismo dice.

De Santiago, estudia primero en el Glasgow School y, desde quinto básico, en el Instituto Nacional.

Rodrigo
Como a los 13 años, su profesor de matemáticas le enseña el sistema numérico binario y cómo los
computadores hacían las operaciones matemáticas internamente. Esto despierta la máxima de sus curiosidades y se pone a indagar.
A los 15 años, solo, ha logrado diseñar el diagrama lógico de cómo fabricar un computador y se dispone a construirlo, pero falla en el financiamiento. Tenía 64 palabras de memoria, me dice.

Reconoce tener el atributo de obsesivo, que le sirvió para avanzar en todo lo anterior. Se transforma al poco andar en un experto en cómo son los computadores por dentro y cómo el software se las arregla para poner en acción toda la tecnología electrónica de circuitos integrados y puertos.

Solo se siente bien, sin dejar de cultivar las relaciones humanas, con una interfaz bastante afable.
Muchas veces sus padres salían, sus hermanos, mucho mayores, no estaban y se lo pasaba leyendo, solo. Y leía mucho, de todo; en verdad, de todo.

Quería estudiar computación. Tuvo que entrar a Ingeniería de la Chile en Blanco con Beauchef. La sufrió, hasta que llegó al ramo de Introducción a la Computación. No iba a clases, solamente daba las pruebas, pues se sabía toda la materia.
Recuerda que tomando uno de los ramos de cálculo, lidiando con las integrales, encontró un libro ruso donde aprendió a resolver las integrales de otra forma y pasó soplado.
Finalmente se cambió a Ingeniería en Ejecución, para dejar de lidiar con ramos como física o química.

Lo que más le gustaba era estudiar sistemas operativos y compiladores.
Contrató por su cuenta un acceso externo al IBM/370 de la universidad, para desarrollar un lenguaje de programación y su compilador.
Empezó a operar como Consultor de usuarios y alumnos en el Centro de Computación de la Universidad de Chile (CEC). Mientras seguía, y siempre siguió, con sus proyectos personales.

Hizo su memoria desarrollando un sistema de procesamiento de datos de la radiación cósmica. Parte de la base con la que su profesor guía, Enrique Cordero, después desarrolló un sistema que también permite predecir terremotos.

Su primer trabajo después de la universidad fue en Dicom, como programador. Le tocó participar en el desarrollo de lo que después sería la base de operación de Sinacofi, para procesar el canje interbancario.
Programaba en assembler, módulos de bajo nivel, que entre otras cosas eran capaces de atrapar las
interrupciones a nivel de sistema operativo y decidir que hacer a continuación. Desarrolló el software básico de comunicaciones sobre el que se basó el resto de la aplicación.
Recuerda haber desarrollado algoritmos de cifrado para las transacciones, cosa que al final no se implementó por el apremio de los plazos comprometidos.

De ahí se fue al Citibank, donde después de seis meses renunció. Trabajó ahí apoyando en los protocolos de comunicaciones usados por los cajeros automáticos y desarrollando los primeros terminales de autoservicio, para entregar cartolas a los clientes y aliviar el trabajo del personal de las sucursales.

Le pregunto por qué andaba haciendo estas cosas. Es bonito, te permite crear cosas, me contesta.

Finalmente se va a trabajar a Sinacofi, bajo la gerencia general de Héctor Mora, a hacerle mejoras al sistema que ayudó a desarrollar desde Dicom.

Siempre hacía cosas aparte, como freelance. Entre ellas disfrutaba el hacer clases, recuerda para IBM y para el Banco Internacional.
Recuerda también trabajos que le hizo, alguna vez a una Viña, que se los pagaron con muchas cajas de vino.

Cuando sale de Sinacofi, nunca más se vuelve a emplear. Siempre operará como freelance, lo que le
permitirá trabajar en la parte entretenida de los proyectos, aprender nuevos lenguajes, y crear en definitiva.

Participa en varios proyectos contratado por la dupla de Carlos Lauterbach y Giovanni Dezerega. Como por ejemplo:

  • Desarrollo de los sistemas del Registro Civil para migrarlos desde computadores Digital a Tandem NonStop.
  • El sistema de remate electrónico de la Bolsa de Comercio.
  • El sistema de venta de bonos para las Isapres, Atesa, operando también en computadores Tandem NonStop.

Y pitutos, muchos pitutos. No creo que sea por eso que sus amigos le dicen Pitufo.

Recuerda haber trabajado para Bellsouth, haciendo la parte de comunicaciones de los sistemas con las
centrales telefónicas.

Por otra parte, Rodrigo, es padre de tres hijas, que tiene con dos parejas y un cuarto hijo.
Ha tenido, dice, muchas parejas.
Hoy está en pareja.
Y tiene otro tanto, de nietos.

No podemos no señalar otras aficiones de Rodrigo; múltiples.
Estudia un año árabe, otro año japonés, un semestre hebreo bíblico y otro semestre griego neotestamentario, lo que le permitió tener otros enfoques del Génesis y del Nuevo Testamento.
Ahora estudia ruso y me dice que está en el nivel A2; algo un poco mejor que básico.
Hace todas estas cosas, por el puro gusto, me dice.

Su hermana, agrónoma, fue viróloga. También le interesa la genética, el ADN, los virus y el cerebro; temas en los que nos desviamos conversando animada y apasionadamente.

Se declara ateo y tiene un diplomado en ciencias de la religión.
Ah, e hizo un curso de pintura iconográfica.

Y termino diciendo, que deambula por el planeta con un grupo de buenos amigos, que se reúnen
frecuentemente, a conversar, comer y tomar. Yo he estado ahí. Son como una familia y lo pasan de lo más bien.